martes, 8 de marzo de 2011

Insomnio III

Cuando ví las primeras luces de la cuidad, aun seguia siendo de noche.
Paré el motor del coche; necesitaba unos minutos para pensar.
Más allá del parabrisas, las calles se encontraban en calma, una calma fingida que solo eres capaz de detectar cuando te has pasado la mitad de tu vida correteando por sus suburbios.
Lowstill nunca había sido un lugar bonito. Ni bonito, ni acogedor. Para ser sincero, era una cloaca inmunda situada en el culo del mundo. Si has nacido en Lowstill solo puedes ser o una rata, o una mierda.
La mala fama se debe a que es el pueblo más pequeño con mayor numero de crimenes. Pero claro. qué esperabais del punto de encuentro de toda la basura andante del pais.
Las "personas" acudian allí buscando la buena economia, donde una puta de dientes mellados te cuesta lo mismo que un café aguado en el bar de la esquina.
Y por la noche las calles pertenecen a los carroñeros. Si deambulas por ahí pasadas las diez, con suerte sólo te robarán, si tienes un mal día, quizás te apuñalen, y si resulta que además eres torpe, lo mas probable es que encuentren tu cuerpo a la mañana siguiente.
"de vuelta al hogar,¿eh?

Pero ahora estoy aquí por un motivo.
Para empezar, estoy libre. Y hay que celebrarlo...
Katy escribía en mis informes de seguimiento diario con un bolígrafo del "Tony's n' Clad".
Conocía el bar.
Quizás alguien alli supiese donde podia encontrar a mi amiga.
Conduje unos veinte minutos hasta la calle Blain. Era una buena zona, tranquila.
El bar estaba abierto y dentro quedaba poca gente degustando los últimos retazos de una cena.
Habia un hombre limpiando las mesas. Debía faltar poco para que cerraran.
Baje del coche, y cuando entré en el local, nadie me dirigió ninguna mirada, ni repararon en mi presencia. Me gustaba.
Tenía algo de dinero suelto que había encontrado en mis pantalones vaqueros, quiero decir, los pantalones de Bobby.
Me sente en la barra y pedí un cafe a una vieja camarera que cojeaba.
Cuando me lo sirvieron, humeaba. Era el mejor café que habia probado en los últimos dos años, teniendo en cuenta que en el manicomio no sirven café a los internos.
Este parecia agua estancada caliente, y aún asi, lo disfrute.
Cuando el hombre que había estado limpiando las mesas hacía un momento se acercó a mi, pude comprobar que tenia los mismo ojos oscuros que Katy.
    -Disculpa- le dije con una tímida sonrisa- Por casualidad ¿ Conoces a Katy?
    - ¿Y tú quién coño eres?- El tío iba de chulo.
    - Soy un compañero suyo. Estudiamos enfermeria juntos. Acabo de llegar a la ciudad y creí que debía saludarla.
    - Katy es mi hermana. ¿Por qué no me dejas tu número y le diré que te llame?
Un chico listo.
    - Es que pensaba darle una sorpresa ¿ Me dejarías su dirección?
Él me miró con el ceño fruncido.
    - Mejor te pasas mañana a primera hora. Suele desayunar aquí.
Sí, listo y a demás tocapelotas.
    - Esta bien. Te lo agradezco.
Volví al coche. No podía dejarlo para mañana. Sería de día, más gente, para mañana ya tendrán al departamento de policia entero buscandome.
La quería ahora.
De improviso, vino a mi una imagen, unas flores blancas.
Flores blancas.
El día que me trasladaron de planta en el manicomio, Katy me llevó a mi nueva habitación un ramo de flores, para celebrar que me habían dejado salir de la celda  de aislamiento.
El papel de celofan que cubría el tallo tenía una pegatina con el nombre de " Serene"
Se trataba de una floristeria en la esquina de Vabarian con Carson.
Había pasado por delante en varias ocaciones.
No estaba lejos.
Cuando llegé la tienda estaba completamente vacia, salvo por una señora mayor, de gafas con cristales gruesos y aspecto fragil.
entre en la tienda y la vieja me sonrió, una sonrisa dulce y sincera.
         - ¿ En qué puedo ayudarle, joven?
me acerqué hasta el mostrador donde la mujer se dedicaba a decorar un ramo de rosas.
         - Quisiera un ramo para una chica especial.
         - Los ramos de flores nunca pasan de moda. ¿Alguna flor en especial?
         - Quizás. Es que no conozco a la chica muy bien.
         - Vaya... ¿ Cómo se llama?
         - Katy. Tiene el pelo rubio y los ojos oscuros. Y suele llevar perfume de Bachs.
Lo del perfume era algo que habia caracterizado a Katy desde la primera vez que vino a darme la medicación.
          - ¿Katy?¿Katy Greenwood?- preguntó entusiasmada- !Es mi sobrina!
 Menuda sorpresa.
          - ¿ De verdad? Qué coincidencia.
          - Oh, eres muy guapo, sabía que mi sobrina elegiría bien. Te prepararé un ramo de rosas que le encantará.
La mujer preparó el ramo en cinco minutos lleno animales de madera y flores de tantos colores que mirarlo durante mucho tiempo dañaba la vista.
          - Quisiera llevarle el ramo en persona. ¿ Tendría la amabilidad de decirme donde vive?
De pronto la mujer paró y me miró por ensima de las gafas.
          - Joven, tengo a un muchachito trabajando como repartidor. Él se las llevabará.
¿Es que nadie en esta puñetera ciudad  era capaz de tener un poco de confianza?
Inconscientemente, mi vista se desvió hasta las tijeras con las que la mujer había estado cortando los tallos.
          - Preferiria llevarselas yo- Dije entre dientes.
          - No.
Atrapé las tijeras de podar con  la mano derecha y antes de qe la mujer tuviese tiempo siquiera de apartarse, las hundí en su cuello.
La camisa y mis manos se empaparon de sangre mientras la vieja boqueaba intentando respirar.
cuando retiré las tijeras, cayó al suelo con un sonido sordo mientras intentaba aferrarse a mis hombros.
Salté por ensima del mostrador y aterrizé a su lado.  Me incliné sobre ella y le levante la cabeza sosteniendola hasta susurrarle en el oido:
          - Todo hubiese sido mas facil si me hubieses dado la direccion, pero empezaba a perder la paciencia.
la dejé tirada en el suelo.
Rebusqué en la zona de la caja mecánica y encontre un libro de tapa verde donde figuraban los nombres y direcciones de varios clientes.
K
K
K
Katy Greenwood. Jefferson 34

1 comentario:

  1. JO-DER
    Tanto el anterior como este, MENUDA PASADA.

    Me encanta como lo describes todo porque el tío es un AUTÉNTICO PSICÓPATA LOCO TOTAL y tú me lo haces ver a la perfección.

    Creo que llegué a oír el ruido de los cuerpos siendo arrastrados por el suelo, YEAH!

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